"Llámame por tu nombre y yo te llamaré a ti por el mío"

Call me by your name, o Llámame por tu nombre traducido al español, ha sido una de las grandes sorpresas de este año. La cinta ha obtenido el Oscar a Mejor Guión Adaptado y el libro ha cosechado un éxito de ventas, también gracias a la película. Pude entender todas las maravillas que se hablaban de ella hace un mes cuando leí la novela, pero no fue hasta hace unos días cuando por fin pude ver su adaptación cinematográfica, que también ha conseguido cautivarme.

Esta historia nos traslada a un pequeño pueblo italiano, donde vive Elio. Todos los veranos su padre invita a un joven estudiante de posgrado a vivir en su casa y a ayudarle con su documentación. Es así como Elio conoce a Oliver, en el que se fija  inevitablemente desde el primer momento en el que lo ve.

En primer lugar, debo decir que la película es una adaptación muy fiel. Ya no solo habla de la historia, sino de la esencia. Esta está construida a partir de una serie de escenas que al principio pueden parecer inconexas, pero que, con el paso de las páginas o de los minutos, logran mostrar cómo es la relación de Elio y Oliver de un modo muy natural. Es de esta manera cómo Llámame por tu nombre consigue atrapar a uno lentamente hasta conseguir que esa persona esté completamente dentro de la historia.

Uno de los puntos fuertes de Call me by your name es la manera en la que trata la obsesión que pueda llegar a crear un amor durante la adolescencia así como la exploración de la propia sexualidad. En la novela es la narración de Elio la que nos muestra lo que siente este personaje respecto a su relación con Oliver, mientras que en la película lo es el conjunto de todo, aunque sí es cierto que las escenas que más dicen son aquellas en las que nadie habla.

En cuanto a los personajes, creo que Elio está muy bien trabajado. Tanto por parte de André Aciman, que le da la profundidad que tiene a través de la narración, como por Timothée Chalamet, que consigue transmitir lo que Elio está sintiendo incluso sin decir nada, tan solo con sus gestos y miradas. Por su parte, Oliver (Armie Hammer) es un personaje al que el espectador o espectadora conoce mejor al mismo tiempo que Elio lo hace, ya que, a lo largo de toda la historia, la visión que uno pueda tener de él se corresponde con la de Elio.

Un detalle que en el libro se incluye, y en la adaptación cinematográfica han mantenido, es el hecho de que se hablan varios idiomas -el idioma en el que uno vea la película, francés e italiano- . Aunque pueda parecer una tontería, esto, junto a los escenarios en los que transcurre, consigue una mejor ambientación, que, a su vez, logra que uno pueda estar más metido en la historia si cabe.

¿Me ha faltado algo? ¡ALERTA SPOILER!

Como ya he dicho, Llámame por tu nombre está, para mi gusto, muy bien adaptada, pero me hubiera gustado ver en la cinta alguna escena más sobre la escapada que hacen a Roma al final del libro. Es cierto que quizás, de este forma, la película sería un pelín larga de más, pero, para mí, el viaje en sí es uno de los mejores momentos de la novela.

Entonces, ¿es mejor el libro o la película?

Si os soy sincero, no sabría contestar a esta pregunta. Os diría que el libro me ha gustado más porque lo he sentido más, pero la única razón que explica esto es que no estaba tan concentrado mientras veía la película como podría haberlo estado. Por tanto, no os miento cuando os digo que el largometraje de Luca Guadagnino está a la altura de la novela de André Aciman.

No tengo nada más que añadir si no es que leáis o veáis Call me by your name porque realmente merece mucho la pena. Si ya lo habéis hecho, no dudéis en comentarlo para saber qué os ha parecido. ¡Luego!

Dijo "Llámame por tu nombre y yo te llamaré a ti por el mío", algo que no había hecho jamás en mi vida y que, en cuanto pronuncié mi nombre como si fuera el suyo, me llevó a un lugar que no había compartido con nadie.