Tell Me No Lies comienza un mes después del desenlace de Fan Total, explicando el cliffhanger del final. Pronto el lector descubre qué ha sucedido, lo que desencadenará una serie de acontecimientos inevitables. Al mismo tiempo, sin perder la estructura de su antedecesora, se intercalan distintos fragmentos de una investigación de homicidio que se lleva a cabo meses después del final del primer libro.

Retomando la fórmula de su predecesora, A.V. Geiger consigue con Tell Me No Lies otra novela totalmente adictiva y difícil de soltar hasta finalmente terminarla. El cliffhanger del primer libro es resuelto rápidamente, por lo que tenía miedo de que la historia se estancara a partir de ese momento, pero con la introducción de flashforwards la autora logra que uno no pierda el interés. Poco a poco se irán explicando las referencias que se hacen sobre  eventos anteriores en los recursos prospectivos, al más puro estilo Cómo defender a un asesino.

La agorafobia que caracteriza a Tessa en Fan Total deriva en Tell Me No Lies en una ansiedad que la acompaña durante todo este segundo libro. Los acontecimientos traumáticos del desenlace de su predecesor resultan en una sensación que está presente todo el tiempo en la cabeza de Tessa, impidiéndole ser capaz de mostrarse en grandes multitudes. Por tanto, creo que A.V. Geiger retrata perfectamente lo que el personaje siente.

En cuanto a la relación entre Tessa y Eric, he de decir que hacía tiempo que no leía una novela en la que una pareja se gestase lentamente, poco a poco. Cada vez más, la literatura juvenil está repleta de insta-loves, de personas que en menos de un menos ya están enamoradas la una de la otra. No hablo de atracción, sino de amor, por lo que creo que Tessa y Eric son un buen ejemplo de una relación que sí me creo y que, de hecho, me gusta leer.

Todas las tramas que en el primer libro podían quedar medianamente abiertas son cerradas en esta continuación, atando bien todos los cabos sueltos que el lector podía haber detectado. A medida que pasan las páginas, la tensión desenvoca en un desenlace culmen al nivel del del primer libro en el que todas las dudas son resueltas y los culpables salen a la luz con alguna que otra sorpresa.

En conclusión, Tell Me No Lies concluye una bilogía que me sorprendió con primer libro, y que lo ha vuelto a hacer con este segundo, y que todo aquel que goce de los thrillers juveniles con una dosis de romance debería leer.

Call me by your name, o Llámame por tu nombre traducido al español, ha sido una de las grandes sorpresas de este año. La cinta ha obtenido el Oscar a Mejor Guión Adaptado y el libro ha cosechado un éxito de ventas, también gracias a la película. Pude entender todas las maravillas que se hablaban de ella hace un mes cuando leí la novela, pero no fue hasta hace unos días cuando por fin pude ver su adaptación cinematográfica, que también ha conseguido cautivarme.

Esta historia nos traslada a un pequeño pueblo italiano, donde vive Elio. Todos los veranos su padre invita a un joven estudiante de posgrado a vivir en su casa y a ayudarle con su documentación. Es así como Elio conoce a Oliver, en el que se fija  inevitablemente desde el primer momento en el que lo ve.

En primer lugar, debo decir que la película es una adaptación muy fiel. Ya no solo habla de la historia, sino de la esencia. Esta está construida a partir de una serie de escenas que al principio pueden parecer inconexas, pero que, con el paso de las páginas o de los minutos, logran mostrar cómo es la relación de Elio y Oliver de un modo muy natural. Es de esta manera cómo Llámame por tu nombre consigue atrapar a uno lentamente hasta conseguir que esa persona esté completamente dentro de la historia.

Uno de los puntos fuertes de Call me by your name es la manera en la que trata la obsesión que pueda llegar a crear un amor durante la adolescencia así como la exploración de la propia sexualidad. En la novela es la narración de Elio la que nos muestra lo que siente este personaje respecto a su relación con Oliver, mientras que en la película lo es el conjunto de todo, aunque sí es cierto que las escenas que más dicen son aquellas en las que nadie habla.

En cuanto a los personajes, creo que Elio está muy bien trabajado. Tanto por parte de André Aciman, que le da la profundidad que tiene a través de la narración, como por Timothée Chalamet, que consigue transmitir lo que Elio está sintiendo incluso sin decir nada, tan solo con sus gestos y miradas. Por su parte, Oliver (Armie Hammer) es un personaje al que el espectador o espectadora conoce mejor al mismo tiempo que Elio lo hace, ya que, a lo largo de toda la historia, la visión que uno pueda tener de él se corresponde con la de Elio.

Un detalle que en el libro se incluye, y en la adaptación cinematográfica han mantenido, es el hecho de que se hablan varios idiomas -el idioma en el que uno vea la película, francés e italiano- . Aunque pueda parecer una tontería, esto, junto a los escenarios en los que transcurre, consigue una mejor ambientación, que, a su vez, logra que uno pueda estar más metido en la historia si cabe.

¿Me ha faltado algo? ¡ALERTA SPOILER!

Como ya he dicho, Llámame por tu nombre está, para mi gusto, muy bien adaptada, pero me hubiera gustado ver en la cinta alguna escena más sobre la escapada que hacen a Roma al final del libro. Es cierto que quizás, de este forma, la película sería un pelín larga de más, pero, para mí, el viaje en sí es uno de los mejores momentos de la novela.

Entonces, ¿es mejor el libro o la película?

Si os soy sincero, no sabría contestar a esta pregunta. Os diría que el libro me ha gustado más porque lo he sentido más, pero la única razón que explica esto es que no estaba tan concentrado mientras veía la película como podría haberlo estado. Por tanto, no os miento cuando os digo que el largometraje de Luca Guadagnino está a la altura de la novela de André Aciman.

No tengo nada más que añadir si no es que leáis o veáis Call me by your name porque realmente merece mucho la pena. Si ya lo habéis hecho, no dudéis en comentarlo para saber qué os ha parecido. ¡Luego!

Dijo "Llámame por tu nombre y yo te llamaré a ti por el mío", algo que no había hecho jamás en mi vida y que, en cuanto pronuncié mi nombre como si fuera el suyo, me llevó a un lugar que no había compartido con nadie.

Sinopsis: Un fin de semana de juerga en una cabaña remota es justamente lo que Mackenzie necesita. Quiere divertirse a tope con sus amigos, lejos de los padres y las obligaciones. Pero tras una noche loca dos de ellos mueren… asesinados. Sin signos de que la puerta haya sido forzada y ningún rastro de forcejeo, las sospechas recaen sobre el grupo de amigos. Entre ellos solo hay un asesino. Pero ninguno es inocente.

La Cabaña es un thriller que nos sitúa, precisamente, en una cabaña en la que un grupo de amigos pasa un fin de semana. Pero la fiesta en la que, en un principio, tenía que tener el alcohol como protagonista se ve empañada por un asesinato que marcará un antes y un después en sus vidas. Mackenzie se verá envuelta en una investigación por su propia cuenta sobre la identidad del asesino, lo que la llevará a descubrir los secretos que sus amigos de toda la vida le han guardado durante mucho tiempo.

Si por algo se caracteriza La Cabaña es por que están constantemente sucediendo cosas. Son pocos los capítulos en los que la autora no ofrece una pieza de información nueva, que consigue que el lector no sea capaz de despegar ni las manos ni la vista del libro. Al terminar cada capítulo, por mucho que uno piense que no puede cambiar nada en unas pocas páginas, Natasha, no sé cómo, se saca de la manga pequeños giros que hacen del libro una lectura adictiva y difícil de soltar.

Una de las pegas que le pondría a La Cabaña son los comportamientos machistas que presenta en repetidas ocasiones el personajes de Blake. No son pocas las veces en las que suelta algún comentario sobre lo que las chicas no son o no hacen y los chicos sí, y viceversa. Es lo que ha hecho, entre otros, que el libro me haya gustado menos de lo que podría haberlo hecho.

Para colmo, la relación entre la protagonista, Mackenzie, y Blake es muy repentina. No critico que pueda existir atracción entre ellos desde el primer momento, sino que en menos de veinte días estén enamorados perdidos y que confíen el uno en el otro más que en otras personas que conocen de mucho más tiempo y con las que tienen una relación mucho más consolidada.

En conclusión, La Cabaña es un thriller que me ha sorprendido por lo adictivo que es y por su desenlace, pero que me ha decepcionado al presentar una relación amorosa demasiado rápida y poco consolidada, además de un personaje masculino repleto de tópicos machistas.

La historia nos traslada hasta un pueblo, cuyo nombre no se menciona en ningún momento, pero que sí sabemos que se encuentra en España, en el que ocurre un asesinato. Aurora Ríos, de 17 años y estudiante en el Rubén Darío, es encontrada en el vestuario de su propio instituto junto a una brújula. Julia Plaza, que no mantenía una relación con la víctima de ningún tipo, comienza a investigar por su cuenta el asesinato de la que conocemos como "la chica invisible". Ayudada de su inteligencia, y de su mejor amigo, Emilio, intentará desentrañar el misterio que rodea la muerte de Aurora Ríos en un pueblo que, hasta el momento, era muy tranquilo. Ayudará a su madre, la forense encargada del caso, y a su padre, sargento de la Policía Judicial de la Guardia Civil a descubrir la identidad del Asesino de la Brújula, o quizás sean ellos los que la ayuden a ella.

En primer lugar, Blue Jeans logra, en mi opinión, el equilibrio perfecto entre la trama principal, la que mantiene relación con la investigación de la muerte de Aurora Ríos, y las distintas subtramas. Con esto quiero decir que el asesinato prima sobre cualquier otra trama no directamente conectada con el misterio principal. Este era uno de mis principales miedo, que, siendo un escritor de, mayoritariamente, romántica, la novela fuese otra historia de amor más, y el misterio no tuviera apenas importancia. Aunque sí es cierto que la trama amorosa principal del libro no la veo demasiado necesaria. Sobre todo porque Julia se enamora de un chico con el que solo ha hablado una vez, y ese tipo de insta-loves nunca me han parecido del todo creíbles. En cambio, sí que me ha gustado la relación de amistad entre Julia y Emilio, y las subtramas amorosas, que son imprescindibles para el desarrollo de los acontecimientos.

Es muy importante también, para mí, que en una historia en la que uno o varios personajes lleven a cabo una investigación no den vueltas sobre lo mismo todo el rato, es decir, que en sus conversaciones o en sus distintas teorías se añada información y conclusiones nuevas constantemente. Esto, por suerte, no ocurre en la novela, a lo que también ayuda que en La Chica Invisible, desde mi punto de vista, haya pocas escenas de relleno; en general, todos los capítulos aportan algo a la trama.

La ambientación es otro a punto a favor del libro. El pueblo en el que se desarrolla la novela parece muy real; el ambiente que se genera a raíz del asesinato de Aurora Ríos probablemente sería el mismo que si realmente hubiese sucedido. No son pocas las escenas en las que se puede observar el morbo que genera el asesinato en todos los habitantes del pueblo. Me gustó, además, porque me recordó a cualquier serie española que se ambiente en un pueblo perdido en medio de la nada, como, por ejemplo, Bajo Sospecha.

¡Hola, y bienvenidxs a De perdidos al libro!

Es muy posible que muchos (o no tantos) vengáis de mi anterior blog, Super Fun. Como ya conté en la última entrada, por muy dramático que pueda sonar el "última" utilizado de este modo, dejo Super Fun para comenzar aquí una nueva etapa. Este gran cambio se debe a que ya llevaba seis años escribiendo en él que todo empezaba a resultarme como un poco caótico. Super Fun no empezó siendo lo que ahora era y eso es parte de su esencia. Me ha ayudado, sin duda, a saber lo que más me gusta, lo que quiero escribir y a darme un poco de experiencia en todo esto. Le estoy muy agradecido a ese pequeño rincón que creó mi yo de doce años que, más que nada, se aburría.

Pero ahora ya tengo (casi) dieciocho, y es hora de pasar página. Tras cuatro años de ESO y dos de Bachillerato, los seis que conforman el periodo que ha estado activo mi anterior blog, empiezo la universidad. Por eso, con todo el recorrido que llevo a mi espalda, quería hacer reset y empezar de nuevo. Hace ya tiempo que me plantée dar el salto por todos los motivos que ya os he contado. La primera fue sobre diciembre del 2017, la segunda este marzo, cuando creé este blog, y la tercera a principios de este mes, cuando decidí que era un buen momento de darle uso a De perdidos al libro.

¿Qué podréis encontrar aquí?

Subiré, como no es muy difícil de adivinar, todo tipo de contenido literario: desde reseñas hasta entrevistas a autores y autoras, pasando por crónicas de presentaciones o entradas sobre adaptaciones literarias. Publicaré todos los martes y viernes a las 6 de la tarde, y, si el tiempo me lo permite, también algún domingo. Si queréis más información sobre el contenido, podéis echarle un vistazo a la pestaña "Sobre el Blog" pulsando aquí o accediendo desde el menú principal.

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Ahora bien, no estoy seguro de cuánto durará esto, pero lo que sí sé es que aquí da comienzo una nueva etapa y quiero que me acompañéis en ella.